13-01-1997

Cambio 16 13-01-1997

SE ACABÓ LA FIESTA

Aunque la olimpiadas de Sydney están a tres años vista y cada vez está más claro que no todos vamos a por medalla, tras las Navidades se impone un cuero nuevo. Es el momento de reducir grasas y de eliminar toxinas después de un año de abandono y dos semanas de excesos. No se trata sólo de estar en forma, hay que prevenir riesgos. Ya se sabe, si no le tocó el gordo de la lotería, la salud es lo primero.

Marisa Casado/ Virginia Zorrilla

No todos podemos ser Valeria Mazza, Judith Mascó o el escultural Joel West, modelo masculino de Calvin Klein, pero si se puede llegar a ser lo mejor de uno mismo. Los continuos cambios a que someten las modas provocan que según la época y el lugar geográfico donde uno venga al mundo se estile ser gordo o delgado. En Europa, las supermodelos han impuesto las utópicas medidas próximas al 90-60-90 que pusiera de moda la desaparecida Marilyn Monroe. La delgadez de algunas mujeres alcanza extremos insospechados. Son lo que Tom Wolfe define en La hoguera de las vanidades como “radiografías sociales, mujeres con cuerpos perfectos a base de pasar hambre”.

Al margen de la estética y la belleza, la salud es uno de los motivos más importantes para decidir embarcarse en el complejo mundo de las dietas. “La obesidad puede aumentar los problemas de artrosis, hipertensión, colesterol, arteroesclerosis, varices, problemas circulatorios, hiperdiabetes y un sinfín de dolencias”, comenta Manuel del Pino, médico homeópata. En Europa, dos de cada cuatro mujeres inician un régimen. Eso sí, hay que tener mucho cuidado con esa publicidad engañosa que nos mete por los ojos infinidad de productos, pastillas y comidas milagrosas que permiten adelgazar una barbaridad en sólo una o dos semanas.

Son infinitos los regímenes que existen en el mercado, de la misma manera que son muchos los tipos de obesidad. El hombre presenta una obesidad androide, caracterizada por acumular la grasa en zonas abdominales en lo que se conoce como la “curva de la felicidad” o mejor dicho, de la infelicidad, por la cantidad de problemas que acarrea, mientras que la mujer, de obesidad ginecoide, tiende a concentrar los kilos en los muslos, nalgas y caderas debido a trastornos hormonales “Cuando hay un cúmulo de grasa, indica que hay un trastorno, patología o desequilibrio que hay que investigar y corregir puesto que si no, no sirve para nada hacer una dieta”, explica el doctor José Luis Cidón, experto en dietética y nutrición que dirige el espacio médico La salud naturalmente en el canal 28 de televisión de Madrid.

Por eso hay personas que, entregándose de lleno a los caprichos del paladar, no sufren sus consecuencias, y sin embargo otros observan una tendencia desmedida al sobrepeso. Estos desajustes responden al concepto de armonía que lleva implícita la obesidad, definida ésta por la Escuela de Morfomedicina de Goteborg como “un exceso de grasa debido a una perdida de armonía”. “La armonía –comenta Cidón- consiste en que las distintas partes del organismo deben guardar una proporcionalidad entre ellas. Por eso lo importante no es el peso ideal, sino la forma ideal”.

Comer moderadamente y hacer algo de ejercicio son dos de las claves más importantes para cuidar la línea. Son muchas las técnicas alimenticias para quitarse esos kilitos de más. Desde la dieta hipocalórica, que consiste en una mera suma de calorías a consumir diariamente, hasta el método Harrop, con el que debe tomar un litro de leche y seis plátanos diarios. Por su parte, el método Atkins asegura la reducción de peso a base del consumo exclusivo de proteínas y grasas y la eliminación de los hidratos de carbono. Otra dieta muy usual es la dieta “rumor”, aquella, nada científica por otra parte que se transmite a través de los patios de vecinas o en los puestos del mercado.

Avances científicos

Médicos, psicólogos, preparadores físicos y organizaciones de consumidores llevan tiempo condenando las dietas caras e inútiles. Según la psicóloga Concha Etiens, “existe una gran presión social. En todas partes ofrecen increíbles dietas milagrosas para adelgazar en poco tiempo. Y luego viene el gran problema, que es mantenerse, porque al dejar esas dietas, los kilos se cogen aún a mayor velocidad”

El problema estriba en comer más de lo que se gasta. El sobrepeso se da con 50 calorías extra al día, por lo que muchas veces la obesidad se remonta a la infancia, cuando las golosinas son la principal recompensa para el buen comportamiento de los niños.

Los avances de la ciencia y la técnica no han menospreciado a la gordura. Científicos de la Universiddd Rockefeller de Nueva York crearon la leptina, una proteína para combatir el gen OB, responsable de la obesidad. Al inyectar dicha sustancia en ciertos ratones obesos se consiguió que bajaran su peso en dos kilos en tan sólo dos semanas. La leptina, todavía en proceso de aprobación, se erige como una de las máximas soluciones futuras.

TRECE CONSEJOS DE ORO PARA SEGUIR UNA DIETA

Ponerse a dieta implica una actitud por parte del individuo que debe estar mentalizado para cumplir los requisitos que su endocrino le imponga. Aunque cada dieta posee unas características muy diversas, hay una serie de elementos comunes a todas ellas que es necesario tener en cuenta para conseguir de la forma más rápida y sencilla los resultados deseados.

  • 1. Dormir entre seis y ocho horas diarias.
  • 2. No picar entre horas.
  • 3. Utilizar edulcorantes artificiales, como la sacarina, en vez de azúcar.
  • 4. No abusar del alcohol, el tabaco, el café y las sustancias aromáticas.
  • 5. Beber de dos a tres litros de agua diarias, fuera de las comidas.
  • 6. Comer de manera pausada y masticando bien los alimentos.
  • 7. Reducir el estrés y llevar una vida más tranquila y sosegada.
  • 8. Evitar el sedentarismo haciendo ejercicio físico.
  • 9. No comer nunca exageradamente. Es preferible levantarse de la mesa con un poco de hambre, que hacerlo muy lleno.
  • 10. Aprende a decir no a alimentos como los dulces, las harinas o la carne de cerdo.
  • 11. Conviene pesarse una vez por semana.
  • 12. Lo importante no es llegar al peso ideal sino al peso posible.
  • 13. Una vez alcanzado el peso deseado es la hora de comenzar una etapa de mantenimiento.

Consejos del doctor José Luis Cidón, experto en dietética y nutrición.

Ver artículo:

Todos a Dieta página 1

Todos a Dieta página 2

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