Por: María José
La celulitis es un problema que aparece principalmente en mujeres, por los continuos cambios hormonales que sufren a lo largo de su vida. También los hombres pueden llegar a sufrirla, aunque en menor medida.
Son muchos los factores que pueden desencadenar la aparición de la misma: genética, cambios hormonales, hábitos alimenticios, estrés, ansiedad, tabaco,…
¿Qué tipos de celulitis existen?
Celulitis edematosa: frecuente en la pubertad, y por tanto la más fácil de combatir. Aparece en los muslos y en forma de piel de naranja. Para combatirla la mejor solución son las cremas y geles anticelulíticos, pero has de ser constante con su utilización.
Celulitis dura: es aquella que se presenta en la piel de tal manera que ésta queda dura y compacta, cuesta pellizcarla y sientes dolor al hacerlo. Las cremas anticelulíticas también son una buena opción.
Celulitis blanda: se caracteriza porque los tejidos son fláccidos. Aparecen en caderas, glúteos y muslos. También son efectivas las cremas reafirmantes y anticelulíticas, aunque también existen en el mercado aparatos que dan masajes y ayudan a ganar firmeza.
¿Qué elementos influyen negativamente en su aparición?
Tomar café; abusar de la sal y de la bollería industrial; padecer estrés; beber alcohol y fumar, dificultan la buena circulación de la sangre, y la efectividad en el rendimiento de los riñones y el hígado, favoreciendo que se vayan formando en áreas, de las que luego será muy difícil de eliminar, nódulos de grasa que se convertirán en celulitis.
¿Qué armas tenemos para luchar contra la celulitis? Masajes contra la celulitis
Evitar usar cera caliente para depilarte, pantalones estrechos, zapatos de tacón demasiado altos y medias asfixiantes, que provocan una mala circulación; así como seguir una dieta adecuada; realizar ejercicio de forma regular; darte masajes y duchas frías que activen la circulación, favorecerán su eliminación o su prevención.
¿Qué técnicas y tratamientos especializados existen contra la celulitis?
No existen, desgraciadamente, métodos que eliminen de una vez por todas la celulitis, sin embargo, sí que sirven para disminuir el problema y evitar su crecimiento.
La termoterapia y crioterapia, el drenaje linfático y la mesoterapia; son algunas de las técnicas que utilizan los centros de belleza/estética para luchar contra ella.
Por: María José
Esta técnica, que tiene sus orígenes a finales del siglo XIX, en Estados Unidos, ha ido tomando desde entonces una gran importancia entre las medicinas biológicas y alternativas.
Su campo de aplicación es muy amplío, ya que su utilización ha demostrado que mejora muchos problemas de salud, pues favorece la desintoxicación del organismo. En los últimos años se está utilizando en el tratamiento de la obesidad, donde se han obtenido resultados excelentes.
El intestino grueso o colón es una parte del organismo, sobre la que recaen una serie de funciones muy importantes y distintas entre sí: la eliminación de los deshechos orgánicos y la reabsorción del agua y de una parte de las sales minerales.
A pesar de la importancia que tienen estas funciones, hay que mencionar otra más importante, ya que afecta a todo el organismo, y es que, los pliegues que lo forman están unidos mediante terminaciones nerviosas a todas las partes de la anatomía. Y esto significa que para que el cuerpo funcione correctamente debe hacerlo también el colón.
La alimentación, que en la actualidad es cada vez más pobre en fibras vegetales, es la principal causante del estado de nuestro colón. Las prisas y una rutina diaria que nos deja muy poco tiempo para alimentarnos de una manera equilibrada y sana, es la responsable de unos problemas que a veces pueden evitarse.
La irrigación o hidroterapia del colón es un método indoloro y sencillo que consiste en hacer circular el agua en el intestino grueso gracias a una cánula de doble circulación introducida en el recto permitiendo la llegada y la salida del agua, a la vez que el médico realiza sobre el abdomen del paciente suaves masajes para favorecer el desalojo de los depósitos.
No tiene apenas efectos negativos, salvo ligeros cólicos como los que se producen con la evacuación natural. Y sí muchas ventajas, como la mejora de la tonicidad de las paredes intestinales así como el reestablecimiento del ritmo natural del colón. Todo ello se traduce en una sensación de sosiego y ligereza, una mejoría del sueño, del funcionamiento del hígado y de la flora intestinal.
Es un método suave y sin peligro si es practicado por un médico cualificado, que utiliza el material adecuado y con una gran experiencia en esta técnica.
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