Por María José Prácticamente todo el mundo sabe que el origen de la obesidad es un cúmulo de factores: genéticos, educacionales, hábitos de vida sedentarios y dietéticos inadecuados, problemas psicológicos,… Cuando se trata de la obesidad severa o mórbida, el problema se agrava y todos estos factores negativos se convierten en una gran montaña que es prácticamente imposible de escalar, pues aunque se logre perder peso, existe un fenómeno poco conocido a través del cuál el máximo grado de obesidad o peso máximo alcanzado queda grabado en la memoria biológica del paciente de tal manera que, cuando se pierde peso el organismo tiende a recuperar ese peso máximo de todas las maneras posibles. Cada individuo nace con unos genes determinados, que se van desarrollando de una manera o de otra a medida que éste va creciendo, en función de las situaciones que deba afrontar la persona. Estos genes dirigen nuestras vidas, y pueden llegar a obligarnos a realizar cosas en contra de nuestros deseos. Pero negarnos a este sometimiento no es tan difícil como parece, pues desde que somos pequeños debemos superar ciertos impulsos biológicos, al tener que adaptarnos a la vida en sociedad. Por ejemplo: hay que superar el impulso de huir de la disciplina y del esfuerzo. Con el tema de la obesidad ocurre igual. El paciente que quiera superar el problema debe comenzar haciéndose una propuesta muy importante, determinar exactamente lo que quiere conseguir y saber cuánto de su esfuerzo va a invertir para ello. Una vez el individuo comienza el reto y lo va alimentando cada día se puede decir que ha conseguido casi lo más difícil. Hay que tener claro por tanto, que para acabar con este tremendo problema, no solo se puede recurrir a la cirugía (reducción de estómago,…), que es una opción tal vez demasiado drástica, sino que hay que tener una fuerte voluntad y seguir una serie de directrices básicas: buscar la ayuda de especialistas en estos grados de obesidad; cambiar los hábitos de vida, andando más y dejando de lado la pereza; alimentarse adecuadamente y realizar ejercicio físico (es recomendable el ejercicio fundamentalmente aeróbico y repetitivo de movimientos muy sencillos para evitar posibles lesiones. Estos ejercicios pueden ir variando a medida que se va perdiendo peso). Si con todo esto, aún no se consigue bajar de peso, se puede recurrir a técnicas no quirúrgicas como el balón intragástrico, que ayuda además a cambiar algunos hábitos. Por último, no se debe olvidar que perder peso es fácil, que lo verdaderamente difícil es mantenerlo, pero que esto no es imposible. Lo único que se necesita es dedicación y esfuerzo diario. Y por supuesto, la mano de especialistas que nos orienten.
Por. María José
La técnica del Balón Intragástrico o BIB, es una técnica no quirúrgica, muy innovadora, de pérdida de peso, que lo que produce en el paciente es una sensación de saciedad que se traduce en una reducción de la cantidad de alimentos ingeridos en cada comida.
Se utiliza para personas con problemas de obesidad o sobrepeso que hayan probado algún otro tratamiento, como dietas o programas de modificación de conductas alimenticias, y no les haya dado resultado.
Es un método muy rápido, eficaz y seguro, pues se realiza de manera ambulatoria, con una sedación anestésica cuyos efectos pasan muy rápidamente, ya que la implantación del balón no dura más de 20-25 minutos.
Someterse a esta técnica, no impide la utilización de otras al mismo tiempo. De hecho, el BIB, es una garantía para que los resultados de estas otras técnicas sean más inmediatos y de más duración. El BIB, puede añadirse a un programa en el que se incluyan varias técnicas, como elemento indispensable para conseguir un buen resultado.
En los 6 primeros meses la reducción de peso es considerable, sin embargo, al ser una herramienta de ayuda para disminuir de peso, de carácter temporal, debe utilizarse junto con un plan de alimentación, dirigido por un médico y un buen programa de ejercicios, que ayudará a mantener lo que se ha perdido, una vez el balón sea retirado.
La pérdida de peso en estos primeros meses es tan espectacular y tan rápida, que los pacientes pueden necesitar cirugías de remodelación corporal como abdominoplastias o liposucciones en diferentes zonas del cuerpo.
El sobrepeso y la obesidad, son trastornos del metabolismo y del comportamiento, frente a la comida. Es una enfermedad crónica, y por ello necesitará de un tratamiento casi continuo a lo largo de la vida del paciente.
El éxito o el fracaso de este tratamiento está vinculado en gran medida a la adaptación que el paciente tenga a sus nuevos hábitos: una alimentación sana y equilibrada, y una tabla de ejercicios realizados con regularidad.
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