Las carnes son uno de los productos constituyentes de la alimentación del ser humano que más controversia genera entre gran parte del público especializado (nutricionistas, dietistas,…) y no especializado. El abuso en el consumo de las carnes, especialmente las rojas, puede llegar a provocar problemas graves para la salud, debido a que a través de ellas se ingieren sustancias que en un contenido elevado pueden ser nocivas para el cuerpo y alterar su correcto comportamiento. Sustancias que en cantidades moderadas sería beneficiosas se convierten en un gran peligro para aquellos individuos que no pueden evitar comer carne en exceso. El caso más conocido es el colesterol, que regula algunas funciones en el organismo a nivel celular, pero que en cantidades elevadas provoca una subida de la tensión arterial (hipertensión), así como paros cardíacos o acumulaciones de grasa que pueden llegar a taponar las venas. El ácido úrico, que de forma positiva favorece la movilidad y el desplazamiento del cuerpo es otro ejemplo, pues puede generar dolor que incapacite e incluso producir gota debido a que este producto se concentra en las articulaciones y terminan por inflamarse. También la forma en la que las carnes se preparan aumenta los factores de riesgo: cocer y dorar al fuego de forma directa (ya sea en carbón o leña) puede producir productos cancerígenos que provocan tumores en el intestino grueso, delgado y estómago. Todo esto unido a que, normalmente, el asiduo de las carnes práctica otra serie de conductas nocivas para la salud, como la toma de alcohol, tabaco, falta de ejercicio o una escasa diversidad de alimentos en su dieta, hacen que se convierta en una bomba de relojería. Aunque el consumo de carnes, cuando es excesiva, es mala, no es recomendable erradicar del todo su consumo porque aporta nutrientes esenciales para el cuerpo: vitamina B12 (que previene la anemia y favorece la formación de la hemoglobina), proteínas (aportan aminoácidos básicos para la formación de los músculos, piel, sangre y órganos) y minerales como el Zn, Ca y Fe. Una alimentación saludable, por tanto, debe contener una gran variedad de nutrientes diferentes, entre ellos la carne, que pueda proporcionar al organismo humano todas las sustancias nutritivas que necesita. Cualquier problema o duda sobre la alimentación correcta a seguir, en cuanto a los alimentos básicos que deban estar presentes así como las cantidades en las que éstos deben ser tomados, debe ser aclarada por un médico nutricionista.
Es Doctor en Medicina y Cirugía. También es Doctor en Ciencias Biológicas.