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Dietética y deporte

La dietética es una ciencia que nos enseña lo que debemos de comer en cada circunstancia. Es una ciencia poco divulgada en muchos países a pesar de que es la asignatura más importante para que en nuestra vida tengamos salud y ésta se alargue el mayor tiempo posible.

La dietética nos enseña cómo una actividad sedentaria requiere un gasto mucho menor de alimentos energéticos; que las grasas sólidas son un grave y casi inminente peligro para la salud, y que el exceso de proteínas conduce al aumento del ácido úrico en la sangre y consecuentemente a la gota.

Ahora bien, si una buena alimentación es clave de equilibrio natural, el ejercicio físico es vital para construir y mantener su cuerpo, para recuperar y fortalecer su salud. Actualmente, las recetas de los médicos olvidan demasiado los beneficios de la actividad corporal.

Y es que el deporte activa la respiración, acelera la circulación no sólo por el esfuerzo requerido del corazón, sino por la aspiración venosa que realiza en los miembros inferiores; estimula el intestino, ayuda al hígado a cumplir su obra purificadora. Más aún que el cuerpo, el espíritu se beneficia con el deporte. Su ritmo ancestral apacigua, regulariza y estimula a la vez el pensamiento meditativo, reflexivo, poético y espiritual. Ha hecho de los hombres lo que son, y en ello vuelven a encontrarse plenamente a sí mismos. Para aclarar un pensamiento, buscar una inspiración, calmar una agitación, atenuar una pena, nada vale tanto como el deporte. El cuerpo está entrecruzado por un intercambio continuo de materia y de energía con el mundo ambiental.

La salud depende de lo que adquiere, pero también de lo que pierde; de lo que absorbe por su intestino, sus pulmones y su piel, pero también de lo que elimina por su aparato urinario, su intestino y esa misma piel, y de la manera como gasta, bajo la forma de movimientos y de calor la energía contenida en la dieta.

La naturaleza, en conjunto, posee el más valioso laboratorio que jamás pudo soñar el científico. El reino vegetal, además de proporcionar al cuerpo humano los alimentos más sanos y nutritivos, le ofrece también las medicinas más eficaces para preservar el organismo de enfermedades y restablecer la salud en el cuerpo humano cuanto éste haya transgredido las leyes naturales.

La naturaleza siempre nos muestra con sus fenómenos y manifestaciones, la conducta que debemos seguir y los métodos que debemos emplear para mantener un buen estado de salud.